Miembros de la Séptima Estrella

sábado, 4 de octubre de 2014

[L1] Capítulo 31: Sorprendentes compañías

¡Buenas! Bueno, pues tras diría que dos años aquí, al fin terminé esta novela. Este es el último capítulo, y en breves subiré el epílogo. Por lo que, si nos ponemos quisquillosos, este es realmente el antepenúltimo capítulo. Por ello, todo lo que tenga que decir, lo diré en el epílogo y/o en otra entrada aparte. Por ahora, aquí dejo este capítulo, que tanto se ha demorado en aparecer.

Arrivederci! Y hasta el epílogo.



Había un gran barullo en el puerto. Numerosos hombres que trabajaban para el servicio del barco recogían las incontables maletas que venían en los carros de las gentes más ricas. Grupos de mujeres con altos y cargados sombreros se reunían en grupillos para parlotear y cotillear de sus cosas antes de subir al navío que las llevaría a Digrin.
Entre el gentío había un chico alto de cabellos platinos que observaba con detenimiento cómo transportaban su gran espada. Estaba atento de que la trataran con el mayor cuidado que les fuera posible. Vio cómo se quejaban del peso de aquel bulto, y cuando entraron en el barco con ella, el de delante tropezó y la espada cayó. Koren casi sale corriendo hacia ella. Pero enseguida la levantaron, comprobaron que no estaba rota y siguieron andando. Koren suspiró con alivio.
Fue entonces cuando su mirada se topó con los verdes ojos de una joven que lo miraba. Ella le sonrió en el acto y lo saludó disimuladamente con la mano. Koren la correspondió mostrando sus blancos dientes en una gran sonrisa. Junto a Gabrielle vio a una mujer alta y de cabellera negra que se dio cuenta de sus saludos, o al menos eso le pareció, pero volvió la cabeza y se hizo la despistada.
De repente alguien apareció por sorpresa a su vera. Al girarse, se encontró con una chica menuda de risueños rizos color miel sobre los que se posaba un pequeño sombrero, algo cargado de detalles, a conjunto con su vestido color jazmín.
Buenos días, Koren —sonrió Inya.
Buenos días —respondió el joven, pensando todavía en lo ocurrido en su último encuentro, intentando disimular.
Llega a llegar un poco más tarde, señorita De Sianse, y podría haber perdido el barco —observó el criado de Koren, que estaba tras este.
El barco no hubiese partido sin mí, no se preocupe —contestó Inya sin hacerle mucho caso y poniendo toda su atención en sonreírle a Koren.
Mientras tanto, Gabrielle los observaba desde su fila. Estudiaba a la chica que hablaba con Koren y pronto se percató de quién era. La tal Belinya De Sianse, la prometida de Koren. Así de cerca la pareció bastante hermosa. Su larga cabellera rizada le aportaba mucha elegancia y gracia, y su rostro era casi como el alabastro, sin poros ni imperfección alguna. Cuidada, limpia y de buen ver, parecía un buen partido. Gabrielle se sorprendió cuando se dio cuenta de lo que pasaba por su mente. ¿Qué le importaba a ella quién era o dejaba de ser esa tal Belinya? Suspiró.
Entonces un lobo apareció en escena y fue directo hacia Koren y Belinya. Al principiola gente se asustó, pero tras el animal caminaba tranquilamente un joven alto y delgado de media melena negra y ojos verdes, que vigilaban al lobo como si fuese un pequeño cachorrito inocente que solo quiere jugar. Belinya, al verlo, en lugar de asustarse, lo acarició, y Koren hizo lo mismo. Al parecer, el lobo era amistoso, y sería de aquel joven que parecía o un criado, o de la propia Inya. Pero Gabrielle no pasó por alto tal detalle. ¿Quién tendría un lobo como mascota? Que ella supiese, solo había una situación “normal” que encajase en tener un lobo. Por lo que tenía entendido, los brujos tenían como compañía los animales de su familia. Pero los brujos estaban extintos. Aunque Syna seguía viva... pero Syna era una mediobruja.
Siguió observando la escena. El lobo parecía muy apegado a Belinya. Entonces le surgió una duda que luego le pareció estúpida: ¿Sería Belinya una bruja? ¿O quizá el criado? O... ¿Tal vez Koren?
De repente sus ojos se encontraron con la mirada fija del muchacho de cabello platino. La había descubierto mirándolos. Gabrielle se puso notablemente nerviosa y volvió el rostro hacia el otro lado, avergonzada. Justo en aquel momento llamaban a Syna y a ella para entrar en el barco. Lo agradeció, y sin mirar atrás se encaminó directa a la entrada del navío, adelantando a Syna, que la observó interrogante.
Koren sonrió divertido.
Inya lo vio y luego buscó lo que su prometido observaba con tanta diversión. Solo vio a una mujer de larga cabellera negra adentrándose en las entrañas del barco.

* * *

Era el momento. El barco se movía muy lentamente al principio, como si alguien tirase de él hacia atrás y él intentase avanzar con todas sus fuerzas. Olía a agua y a pescado, algo que a Melissa le encantó. Pocas veces había visto el mar. Solo una vez al año visitaban la playa en el orfanato. Y disfrutaba nadando hasta que ya no podía más, y luego volvía a la orilla. Eso enfurecía a sus tutores, porque temían que se ahogase por el cansancio. Siempre le metían una gran bronca cuando volvía. Pero Melissa lo volvía a hacer, incluso con más ganas.
Como la gente se despedía de los familiares y amigos que se quedaban en tierra y ninguno de los tres tenía de eso, se apartaron de allí y dejaron sitio a los que sí necesitaban decir adiós a alguien. Y enseguida llegó el momento inevitable que tanto esperaba Ferlian.
¿Qué hacemos aquí y por qué lo tenías todo tan planeado? —atacó Crad sin pensárselo dos veces, cuando llegaron al otro lado de la cubierta, lejos de todos.
Ferlian sonrió.
¿Os creíais que después de haber estado buscándoos tanto tiempo os iba a abandonar así por las buenas en un momento de peligro? ¡No! Gracias a eso gané tiempo para prepararlo todo muy bien. Aunque he de reconocer que me lo facilitásteis todo muchísimo pasando por ahí.
Las aletas de la nariz de Crad se agrandaron. Iba a gritarle, pero Melissa se le adelantó nombrando las palabras que él quería decir.
¿Estás diciendo esto en serio? —Se acercó mucho a Ferlian para tenerlo en frente y que este le prestase más atención—. ¡¿Cómo te puedes tomar tan a broma lo que nos ha pasado?! ¿Estás diciendo que el que nos cogiesen y torturasen a Crad fue toda una suerte? ¡¿De verdad?!
Ferlian se echó atrás rápidamente, con un gesto de dolor.
Maldita sea, Melissa, no te me acerques tanto —se quejó—. O deja ese maldito colgante en algún sitio cuando me hables.
La joven lo agarró instintivamente. Era cierto, estaba vibrando muy exageradamente, e incluso cubierto con aquella tela se escapaban algunos rastros de luz azulada. Signo de que había un brujo cerca. Aunque esa vez no era algo sorprendente, pues sabían a la perfección la naturaleza de Ferlian, y el hurón color crema de su hombro lo reafirmaba.
Explícanos adónde vamos y por qué —intervino Crad, muy serio—. No quiero ser tu títere, y de sobras sé que Melissa tampoco.
Ferlian volvió a sonreír, luego suspiró resentido y se apoyó en la barandilla de madera del barco.
Está bien, os contaré lo que pueda, pero algunas partes son confidenciales —comenzó. Luego posó sus ojos en Melissa—. Pertenezco a la organización del Templo de Kayeh. O como a muchos les gusta llamarlo, la secta del Templo de Kayeh, que no digo yo que estén muy alejados de la realidad. Si lo vierais... Todos van con capuchas moradas y en silencio. Es tan siniestro que a veces da miedo...
No te enrolles y ve al grano, brujito —exigió Crad.
Está bien, está bien. Bueno, el caso es que allí creen en la profecía de que los guerreros que caen del cielo, llevándose consigo trozos de él en sus ojos, son los que liberarán Anielle de Gouverón.
Melissa soltó una risita por lo bajo que atrajo la mirada de los muchachos. Le hacía gracia la profecía de los ojos azules. ¿Gente que caía del cielo? En cierta manera, ella lo había hecho. Había venido de otro mundo más allá de ese. E igualmente con Anthony, el otro italiano que se había encontrado, con los ojos igualmente azules. Era sospechosa la coincidencia, pero ella no creía que alguien pudiese seleccionar quién podría entrar y quién no a Anielle desde otro mundo. Sería ilógico que solo los que tenían los ojos azules pudiesen.
¿Qué te pasa? ¿De qué ríes? —preguntó Ferlian.
De nada, de nada. Sigue —quitó importancia Melissa, notablemente nerviosa.
No hay mucho más. Solo quiero llevarte al Templo. Están reuniéndoos a todos para luchar en el frente. Tampoco os van a hacer pruebas dolorosas y terroríficas, ni experimentarán con vuestro cuerpo. O eso creo —terminó Ferlian.
¿Eres consciente de que nos has metido en un barco sin permiso y a traición? ¿De que podríamos tener más cosas que hacer donde estábamos? —apuntó Crad.
¿Tenéis más cosas que hacer aquí? ¿Que sean importantes? ¿Además de huir todo el tiempo de la justicia?
Crad calló y lo miró fijamente. Ambos iniciaron una guerra de miradas, con Melissa de testigo. Finalmente, Crad giró la cabeza, saliendo Ferlian victorioso. No tuvo mucho mérito, puesto que la mirada del brujo intimidaba a todo el mundo, y nadie podía evitar sentir reparo. Era como si pudiese atravesar los ojos de la gente y ver sus secretos más ocultos.
Sin que ninguno pudiese añadir algo más, el mismo señor con bigote que les había recibido solo llegar —o caer— al navío, se aproximó a ellos.
Hola chicos, espero que tengan un buen viaje en mi barco —dijo—. Les acompaño a sus camarotes para que se preparen para la cena. —Luego se dirigió a Ferlian—. Tengo que hablar contigo a solas.
Por supuesto, Capitán —accedió Ferlian.
Los tres muchachos siguieron al capitán. Melissa observó a su alrededor. Varios niños jugaban en la cubierta y sus padres les reñían y perseguían, exigiendo que se portasen bien. Pero estos seguían corriendo. Sonrió ante la escena. Le recordaban a los niños de su orfanato, que hacían exactamente lo mismo con sus tutores.
Al parecer, el barco disponía de dos cubiertas, más la superior y las máquinas. Sus camarotes se encontraban en la cubierta B. Es decir, la más ata. Por debajo quedaba la A, y por encima la cubierta exterior.
El camino era fácil de recordar, pues las habitaciones se disponían en cubículos en el centro y en una fila larga en los extremos, y sus camarotes se encontraban en el extremo de los impares, pues cada uno de los extremos correspondía a pares o a impares. El capitán dejó a Crad y a Melissa en los camarotes 19 y 21 indicándoles cuál era de quien, y luego siguió caminando con Ferlian.
Crad se disponía a entrar a su camarote 21 sin mediar palabra con Melissa, pues todavía se mantenía distante con ella. Pero Melissa lo cogió de la camisa.
Crad... sobre lo que pasó en la sala de Gouverón... —intentó explicar, pero no le salían las palabras.
El chico miraba al suelo, con la mano todavía en el paño de la puerta.
Sobre lo del otro mundo... —prosiguió Melissa, nerviosa—. Yo no...
Crad suspiró y la miró al fin.
Melissa...
¡Lo siento! —lo interrumpió—. ¡No sabía cómo decírtelo! ¡No sabía...!
Melissa, de verdad...
Es comprensible si me dejas de hablar, pero al menos déjame pedirte perdón. ¡Yo no lo hice porque no confiase en ti! ¡Lo juro!
Mel.
Si quieres saber algo, pregunta. Yo te voy a explicar todo lo que quieras detalladamente, y no voy a...
De repente, los dedos índice y corazón de Crad se posaron sobre la boca de Melissa, obligándola a que callase. La joven lo miró con los ojos muy abiertos.
No tienes que darme ninguna explicación —dijo Crad, para sorpresa de ella.
Aquello no se lo esperaba. Melissa había esperado gritos, ignorancia, desprecio, reproche. Pero aquello... aquello no. ¿Cómo podía Crad estar tan tranquilo? ¿A lo mejor ya lo había sabido antes? ¿O simplemente creía que estaba loca e iba a mandarla directa a un manicomio en cuanto se diese la vuelta?
Finalmente, optó por asentir levemente. Sus ojos se quedaron clavados en los de Crad, y no supo cuánto tiempo estuvieron así. Los dedos que habían presionado su boca parecían acariciar sus labios entonces. Los segundos se hicieron eternos y silenciosos, y Melissa sintió una especie de impulso interior que la quería llevar hacia adelante.
Perdón... —se oyó una vocecita.
Tanto Crad como Melissa se volvieron hacia su origen, encontrándose con una pequeña muchacha de ojos verdes y cabellos castaños que los miraba con reparo y disculpa. Enseguida entendieron que quería pasar y ellos le obstruían el paso.
Muchas gracias —canturreó la muchacha después de que se apartasen, y echó a correr por el pasillo sujetándose las faldas.
Cuando Melissa giró la cabeza en busca de Crad se lo encontró ya abriendo la puerta de su camarote.
Nos vemos en la cena —dijo, sin mirarla si quiera.
Tras el portazo, Melissa se quedó sola en el pasillo, pensativa. ¿Se lo había parecido a ella o había visto cierto sonrojez en las mejillas de Crad? Agitó la cabeza, intentando así olvidar la extraña escena que acababa de presenciar, y se adentró en su camarote individual, ansiando un baño de agua caliente. Su alegría fue máxima al ver la bañera y el biombo que se encontraban en una esquina de la habitación.

* * *

Estaba a punto de amanecer, por lo que la luz en la cubierta no era suficiente como para deslumbrar a Gabrielle, que acababa de salir. Lo cierto era que reconocía el barco, pues juraría que ya había estado alguna vez en él, cuando viajó de Digrin a Anielle con una de las familias que la adoptaron.
Pero en aquel momento buscaba a Syna, y no la encontraba por ningún lado. Le parecía increíble que una persona pudiese desaparecer en un lugar cerrado, donde no podía ir más allá, pues alrededor se encontraba el mar. ¿Cómo lo lograba?
Recorrió la cubierta con la mirada, cuando le vino algo a la memoria.
«Los brujos adquieren características de los animales. No se sabe por qué, pero así es», había dicho Syna días antes.
Y entonces se le ocurrió mirar hacia arriba. En efecto, estaba sentada sobre una madera que sujetaba las velas. Su cabello color azabache ondulaba ante el viento, y su color recordaba a un cuervo.
Por supuesto, un cuervo. De ahí venía ella, o al menos mitad de ella.
Gabrielle sonrió al ver que un hombre se desquiciaba gritándole para que bajara, mientras Syna lo ignoraba por completo y seguía observando el horizonte. La muchacha se rió por lo bajo y se dio la vuelta para irse adonde fuese. Estaba ya más tranquila al haber encontrado a Syna, y supuso que quería estar a solas, así que decidió dejarla en paz. Pero se sorprendió cuando un pequeño animal peludo y alargado corrió hasta ella. Su pelaje era color crema, y Gabrielle enseguida adivinó que se trataba de un hurón. Había visto bastantes, pues uno de sus amos era cazador y los utilizaba para cazar.
Con una exclamación que mostraba lo adorable que le parecía el pequeño animal, la joven se agachó y se propuso acariciarlo. Pero en cuanto las yemas de sus dedos rozaron su pequeña cabecita, el hurón se giró de súbito y la mordió, con tal fuerza que Gabrielle chilló y agitó la mano, con el hurón colgando de su dedo índice. Era consciente de la fuerza de los dientes de los hurones, pero el dolor era más agudo de lo que esperaba. Al ser pequeños dientecillos afilados, se le clavaban como agujas.
Fue entonces cuando, de repente, apareció un chico que agarró al hurón de un tirón. Para sorpresa de Gabrielle el animal abrió la mandíbula inmediatamente. Miró su dedo con urgencia y observó que le había dejado pequeños puntos de los que brotaba algo de sangre.
Lo siento, es muy agresivo con algunas personas —habló el chico que le había quitado el hurón de encima.
Solo después de hablar, a Gabrielle se le ocurrió mirarle. Era un joven alto y delgado, de cabello rubio oscuro casi cenizo y ojos negros como dos pozos sin fondo. Su sonrisa dejaba ver dos hoyuelos en sus mejillas, algo que lo hacía aparentar ser alguien agradable.
¿Eso quiere decir que soy una mala persona y que por ello no le gusto? —contestó Gabrielle, medio en broma, medio en serio.
No tiene por qué —sonrió el joven, todavía con el hurón bostezando cogido del pellejo del cuello—. Simplemente tienes algo que no le gusta.
¿Qué significa eso? —preguntó Gabrielle, extrañada ante su respuesta.
El chico se inclinó para decirle algo, pues ella era mucho más baja.
¿Acaso no sabes con quién vas? —le susurró al oído.
Gabrielle se sorprendió.
¿Te refieres a Syna?
Pudo ver levemente cómo, al pronunciar su nombre, el chico hizo un amago de sonrisa que se esfumó al instante.
Podría ser. —Seguidamente se apartó de ella—. Tampoco quiero entrometerme. Adiós.
A la muchacha le costó reaccionar. Solo cuando ya se alejaba, corrió tras él y le agarro del brazo para detenerlo y llamar su atención.
Espera, ¿qué querías decir? —insistió, nerviosa.
Eres muy curiosa, muchacha —objetó él.
¿Qué sabes tú de ella?
El joven volvió su mirada hacia ella.
¿De Syna? —preguntó.
Gabrielle asintió, muy seria. El chico miró entonces hacia arriba, hacia donde se encontraba Syna, pareciendo ignorar todo lo que ocurría abajo.
Nos conocemos un poco —dijo simplemente. Luego se volvió de nuevo y bajó las escaleras hacia el interior del barco.
Esa vez, la chica no lo siguió.
Unos metros más arriba, sobre una vela, Syna se movió por primera vez. Giró su cabeza y bajó la mirada hacia una Gabrielle inmóvil y anonadada.
¿Ferlian? —susurró al viento.

* * *

Koren se encontraba sentado en una de las sillas dispuestas en la cubierta. Sobre su regazo yacía un libro abierto que antes había estado leyendo, pero que en cuanto reconoció la voz de la muchacha de ojos verdes, lo dejó aparcado. Aunque simplemente se había dedicado a observar cómo hablaba con aquel extraño chico rubio del hurón. Se preguntó de quién se trataría, si Gabrielle lo conocía de antes o no. Le había parecido que había habido confianza entre ellos, pero no sabía nada más. Pensativo, siguió con la mirada cómo Gabrielle se iba hacia el interior del navío. Pero de repente alguien se colocó delante de su campo de visión. Alzó los ojos y se encontró con una joven de cara infantil que lo miraba con sus dos grandes ojos marrones.
¿Qué haces? —preguntó con una dulce voz.
Leo —respondió él, seco. Cuando se dio cuenta de lo rudo que había sido, quiso rectificarlo un poco—. ¿Y tú?
Inya se fue a sentar en el asiento que había junto a Koren.
Nada, solo paseaba por la cubierta. Estoy algo nerviosa.
¿Nunca habías subido antes a un barco?
No es eso —sonrió Inya—. Pero solo de pensar que dentro de nada estaremos en Digrin. ¡Siempre me ha gustado ese sitio!
Koren suspiró.
Es algo tétrico. Me sorprende que te guste un lugar así —objetó.
¡Para nada es tétrico! —exclamó Inya—. Allí viven las aristocracias más importantes. Mi padre es natal de Digrin, y a mí me enamoraron las fiestas que se celebran.
Yo nunca he estado en ninguna —comentó Koren—. ¿Cómo son?
La joven se sintió jubilosa al ver tal atención puesta en ella por parte de Koren. Le comenzó a relatar, sin esconder su entusiasmo, el tipo de fiestas que se solían celebrar en las casas de más alta clase. De disfraces, de máscaras, bailes... Todo con una elegancia y exquisitez que no poseía ningún lugar más en ese mundo.
Sin embargo, Koren no la estaba escuchando del todo, aunque lo pareciese. A ratos, cuando Inya no le miraba, él dejaba escapar una ojeada hacia la puerta que entraba al interior del barco, esperando tal vez a que alguien apareciese por allí.

* * *

En la soledad del camarote no se oía prácticamente nada a excepción del crujir de las maderas del barco. En la esquina de la habitación, ella estaba completamente sumergida en la bañera. Tenía los ojos cerrados y su cabello color chocolate ondulaba en el agua como si de un alga se tratase. Lo que hacía, tan inmóvil, era cavilar sobre las circunstancias que la habían llevado hasta ese lugar en ese momento. Ahora que tenía algo de tranquilidad, se daba cuenta de cómo todo había empezado con una simple aventura para huir de aquel horrible orfanato en el que vivía y ser libre. Entonces se percató de la de consecuencias que había conllevado aquello. Y de cómo lo agradecía. Adoraba aquel mundo, adoraba la gente que había conocido, y aunque su vida se había tornado de lo más peligrosa, adoraba su situación. Porque era libre y podía decidir por sí misma. Porque no era que ya no estuviese encerrada en un orfanato que pretendía ser su hogar, si no que entonces no tenía casa. Su casa era el mundo entero. Y la sensación de ser consciente de ello era increíble.
Una luz familiar la llevó a abrir los ojos bajo el agua. Tenía fama de aguantar mucho tiempo la respiración, por lo que todavía no sentía ninguna prisa por salir. Lo que vio ante ella fue la piedra de su colgante, ya despojada de aquel horrible trozo de tela, brillar con su tan típica luz azulada, inundando toda la bañera con ese color y haciéndola deslumbrar a ella. Y, como entonces ya sabía, eso significaba que un brujo estaba cerca. Supuso que se trataba de Ferlian, que pasaba por allí para llevársela a la cena, por lo que sacó la cabeza del agua y esperó a que golpease la puerta.
Sin embargo, no ocurrió lo que se esperaba.
Señorita Inya, debería darse un poco más de prisa o llegaremos tarde a la cena.
No digas tonterías, David. Llegamos a tiempo.
Siempre dice eso, pero siempre acaba haciendo esperar a todos.
Bueno... ¡esta vez no!
Melissa se esforzó por escuchar bien los pasos. Eran tan solo dos personas; por lógica, las que habían hablado. Parecían alejarse, pero Melissa actuó rápido y salió de la bañera de un salto. Cogió una toalla y se la enrolló en el cuerpo al mismo tiempo que corría apresurada hacia la puerta. La abrió y se asomó al pasillo, completamente empapada y sujetándose la toalla contra su cuerpo con fuerza. Tan solo le dio tiempo a ver cómo una joven de largos cabellos acaramelados y un joven mucho más alto que ella, elegante y vestido completamente de negro, cruzaban la esquina. Melissa miró hacia todos los lados, aún esperando encontrar a Ferlian.
Pero no lo vio.
Bajó la mirada hacia su colgante. La piedra seguía brillando, pero poco a poco fue apagándose.
Hasta que dejó de oír los pasos.
Había dejado un charco en la alfombra del pasillo, pero poco le importaba en ese momento. Melissa se quedó observando su colgante, aguardando tal vez alguna otra reacción.
Pero no hubo nada más. Y solo una idea se le vino a la cabeza.

No sabía cuál de los dos era, pero una cosa estaba segura: alguno de ellos era un brujo.

5 comentarios:

  1. ME VOY A MORIR ME VOY A MORIR NO PUEDO CREER QUE ESTA HISTORIA SE ACABE ANA NO QUIERO T_T
    *Momento sexy de Melissa con la toalla empapada pegada al cuerpo grrrr* Jajajaja gran escena ê_ê
    ¿¿¿PODEMOS HABLAR DE LO ADORABLE QUE ES KOREN??? Me encantan y me frustran, es en plan...yo te miro y veo que no me miras...y cuando mira la otra él no mira...y de repente se miran ambos y es como OHMYGOD. Korielle hasta la muerte, bitches. Me encanta como hiciste al personaje de Gabrielle, es sumamente cuqui y a la vez tiene carácter (tipo con Fer).
    Jajajajajajjaa me encanta el hurón. Me lo imagino a la perfección, qué monada por dios, quiero que salga más. (Si es que algún día sigues con la historia t_t)

    La cosa del pantano es una pelma. A Koren no le interesan tus fiestas, soooo sooorry. A Koren le interesan las espadas y Gabrielle. JÁ. (Me encanta su amor por su espada jajajajajajaja)
    Qué va, no es que me cayera TAN mal en este capítulo...pero ES UNA RIVAL. ¿SABES? Tiene que caerme mal. Fijo que acaba con su criado David (el criado es SEXY, SEXY, SEXY. Lo imagino MUY sexy. Ya sabes que los chicos vestidos de negro son como +100000000 en sensualidad GRRRR)
    Apuesto porque David es el brujo y el lobo es suyo. No me cuadra que Inya sea una bruja.

    LO DEL BARCO ES COMO LO MEJOR QUE PODRÍA PASAR AAAHHH. Lo malo de mi historia es que es en plan...ya todos conocen a todos, o casi XD Entonces esto no podría pasar. Pero en la tuya *-* Estuvieron en grupitos pequeños todo el primer libro y AHORA SE ENCUENTRAN Y SDKNGSKDNGKJANDGKJSNGKJS, tantos encuentros...es maravilloso y da tanto juego *-*

    Ejem. Crad y Melissa...=w= No me acaba de gustar esa pareja. Los veo muy...que no me pegan? A Melissa la veo con un chico serio, educado, formal, que respete las leyes y sea un caballero, sin ser pesado. Alguien que mantenga la compostura, que no se enfade rápido y sea paciente. Alguien inteligente. NO HAY UN PERSONAJE ASÍ LO SE LO SE T_T Me quedaré con mis fantasías T_____T
    Elybel y Crad 4ever bitches.

    FERLIAN Y SYNA. ODSGNAONGJKANGKSDNGKS FERLIAN. Es tan genial y le da humor a la historia ^^ Me pregunto porque al hurón no le gusta Syna...
    Y Syna subida ahí arriba jajajajajjajajaja qué grande, me la imaginé a la perfección, toda pasando de todos. QUIERO QUE INTEREACTÚEN ESOS DOS SKNGKSDNGJKSFNGKDGFD. Sería genial, me imagino a Fer en plan bromista y de buen humor siempre sonriendo y Syna seria, frustrandose porque el otro parece siempre contento y quiere pegarle. AMOR ODIO. (Por parte de Fer AMOR AMOR jajajajajjajaja)

    Lo de que Inya vio a Syna cuando quiso saber que estaba mirando Koren...podria dar jugo eh ;)) En plan que Inya piensa que a Koren le gusta la misteriosa mujer morena JAJAJJAJAA Y entonces intenta enfrentarse a Syna en plan:
    -Perdone...¿¡Qué tipo de relación tiene con mi prometido!? >///////< *furiosa y apretando puños, pero refinada*
    -... =_= ¿HUH?
    - D:
    - *Syna saca de detrás de ella a una Gabrielle sonrojada y riendose nerviosa* Creo que buscas a esta
    *Gabrielle sufriendo un ataque de nervios e Inya confusa en plan...quien cojo*** es esta plebeya?*
    Entonces aparece Koren y saluda a Gabrielle y Inya se vuelve loca y le dice: ¿¡NO SOLO TE VALE CON UNA!? JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA Ok, se me fue con el drama, pero sería tan gracioso JAJAJAJAJJAJAJAJAJJAA

    En fin, me voy a leer el epílogo.
    PD: Lo de los ojos azules me recordó a los NAZIS JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA

    Att; Fundadora y Fan Nº de KORIELLE(KorenxGabrielle)♥, SynaForPresident!, VuelveEly-Chan!, ALaHogueraConLaCosaDelPantano(Inya)!, MendigoLikeABoss, PAREJADEBRUJOS(SynaxFerlian)♥, CRANA(CradxSyna)♥, ElybelxCrad♥

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    1. Vale. Primero de todo, y aunque fue lo último que dijiste: JAAAAAAAAAAAAAAAJAAAAAAAAAJAJAJAJAAJAJAJAJAAAJAJAJJAJAJAJAJ ME MATASTE CON LO DE LOS OJOS AZULES Y LOS NAZIS. WATDAFAK???? NUNCA LO HABÍA VISTO ASÍ JAJAJAJAAAJJAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJJAJAJAJJAJA

      Vale, voy a responderte al comentario LIKE THE OLD TIMES.

      Lo sé, a ese momento de Melissa empapada en medio del pasillo con la toalla alrededor del cuerpo quise añadirle una aparición estelar de Crad o de algún otro personaje, pero pensé que eso le quitaría el drama a la situación JAJAJAJAJAJJAJAJAJJAJA

      NO SÉ SI TE DISTE CUENTA, pero la chica que los interrumpe a Crad y a Melissa no es otra que Gabrielle. Me pareció un puntazo, porque siendo que tú eres Gabrielle, lo veo adecuado que seas tú quien los interrumpa, ya que no te gusta la pareja JAJAJJAJAJAJJAA

      Hasta a mí, en este capítulo, me pareció cuqui el juego del te miro y no te miro que se llevaban Koren y Gabrielle. Maldita.

      ACIERTAS SIEMPRE. Fer va a dar mucho juego con Syna y todo eso. Como autofangirl, YO TAMBIÉN LOS VEO, SÍ. Como autora, maybe yes, maybe no. ewe

      VOTO A FAVOR CON LOS CHICOS DE NEGRO. OMG OMG OMG SI SI SI SON COMO TAN VIOLABLES. Y LO MISMO ME PASA CON LOS QUE LLEVAN CAMISA BLANCA. OMGOMGOMG DE VERDAD OMGOMGOMGOMG. *friega el suelo*

      ME ENCANTA QUE TE GUSTE LO DEL BARCO. La verdad es que sí que estoy viviendo toda una experiencia jugando con los encuentros de todos. Me frustraba que ninguno se conociesen entre sí, porque estaba todo el rato ideando cosas para hacer que fuesen al mismo lugar. Y ahora es como que se han metido todos en un cóctel y es un PARTY HARD.

      Dios en serio. ADIVINASTE MI PENSAMIENTO CON LO DE INYA Y SYNA. NO VALE, ES QUE NO VALE, EN SERIO. NO VALE, ES DEMASIADO COMO LO PENSÉ. NO VALE.


      Tu firma me da nostalgia, aunque sepa que no será la última vez que la veré. *llora*.

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  2. ¡¡Sí me fijé en lo de la aparición de Gabrielle!! Lo que pasa es que me siento mal cuando comento muchas cosas de Gabrielle porque pienso que parece que me importa ella más que el resto QUE NO ES ASÍ. YO AMO U ODIO A TODOS POR IGUAL. (Dios, que mentira, todos sabemos que Syna y Koren se llevan mi amor XD)

    ME ENCANTA LEERTE LA MENTE *-*

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  3. Concuerdo con Gaby T.P., el que hayas juntado a tantos personajes que nunca se habían visto tan siquiera en un mismo barco...un espacio bastante reducido, da mucho juego. Espero ver interacciones entre todos. Me gustaría que hubiera algún tipo de separación de los grupos habituales, como que hubiera algún problema y Melissa tuviera que formar un equipo temporal con Syna y Koren (me muero por ver la relación Syna-Koren y cómo interaccionan), o Crad con Inya y Gabrielle (otras dos que querría que interactuasen).
    Sobre Crad sigo pensando lo mismo que pensaba hace un par de capítulos (no sé si recordarás haha) y es que es un personaje que no me dice nada. No me desagradan los momentos "tensos" que tiene con Melissa, es solo que el personaje en sí no tiene una personalidad fija, es muy cambiante y a veces, muy plano. Lo veo más como un personaje secundario y prescindible que principal.

    Melissa, por otra parte, se ha ganado mi cariño. Al contrario que muchas protagonistas, que una de dos: o son estúpidas perdidas, juegan con los sentimientos de los otros personajes y se van de víctimas y son más inútiles que una anciana coja y aún así se van de heroínas...o son las típicas nuevas "chicas prototipo femenino", que parece que ahora si una protagonista no va espada en mano, con cuatro metralletas, cinturón negro en kárate, experta en lucha libre y además es un bellezón "salvaje" cargada de ironía y sarcasmo, no vale para nada.
    Melissa me gusta porque es realista. Como sería una chica de su edad, con madurez y sensatez, no una niña tontita y caprichosa, ni una veterana de guerra (cuyas habilidades salen de la nada, uj). Haha perdona, me emociono con estas cosas... hahaha

    Belinya también tiene mi cariño. Es muy realista, según mi parecer. Tengo conflictos con los personajes y la historia de Belinya-Koren-Gabrielle. La primera me gusta mucho, me parece muy tierna (aunque algo infantil e inmadura, pero no de una forma mala) y su "crush" en Koren es adorable...pero sigo viéndolo como un amor platónico. Ni una sola vez he visto ni una pizca de interés romántico en el chico, incluso a veces tengo la sensación de que a Koren no le acaba de caer especialmente bien ella, sino que se ha acostumbrado a ella y ahora son amigos debido a pasar mucho tiempo juntos. Ya sabes, el roce hace el cariño hahaha
    Sin embargo luego tenemos a Gabrielle, un personaje, según mi opinión, menos realista que Inya, pero también más interesante. Me intriga, tiene ese misterio, ese pasado oculto, esas preguntas sin respuesta...además viaja con Syna, ¿y qué personaje más misterioso que Syna puede haber? Ninguno. Gabrielle también es dulce, pero de una forma distinta. Se la ve algo niña, igual que a Belinya, pero al mismo tiempo más crecida. ¿Sabes? Y siendo sincera, poco falta para que salgan chispas de la pantalla cada vez que ella y Koren se encuentran. Otro punto a favor de la morena es que no la veo tan llena de sí misma como a Inya. Debido a su pasado, me supongo, se la ve más humilde y también más fuerte. No fuerte de guerrera, fuerte de espíritu.
    Sobre Koren, qué decir puedo, es un personaje que se merece el título de PRINCIPAL, con todas las letras. Bien construido, bien representado.
    Ferlián y Syna...no sé qué pensar de esos dos aún. Necesitaría leer más, saber más sobre ellos o verlos interactuar. Pero por ahora no acaban de convencerme...no me gustaría ver a Syna lamiendo los zapatos de alguien como él, un charlatán (en el buen sentido). No suelen agradarme las parejas de una persona seria y fría con otra bromista y que anda demasiado a la libertad.
    Sobre lo último, opino también que es el criado de Belinya el mago: por sus pintas, porque no nos has dado pistas para pensar lo contrario y porque Belinya siendo bruja sería complicar la historia de una forma no necesaria. El personaje es bueno por el hecho de que construye a una joven dama de la época bien.
    Un saludo =)

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    1. Dios del amor hermoso, amo tu comentario crítico. En serio, me ayudas a mejorar un montonazo así. ¡Mil gracias!

      Sobre las separaciones no había pensado en ello. Sí que es cierto que algunos personajes interactuarían entre sí, se conocerían e incluso se caerían bien (o no). Pero, por descontado, voy a sacar partido de los encuentros de grupos.

      Sobre el tema Crad tan nombrado, y no solo por ti, es cierto. Os doy toda la razón. El personaje de Crad se me hace dificilísimo de decidir. Y por eso me he decidido unas cien veces. Así que a veces daba la impresión de que saltaba de una personalidad a otra, y aún no tengo claro cómo enfocarlo. Se me hacen difíciles las personalidades masculinas. u.u

      Me agrada leer que te gusta cómo es Melissa. La verdad es que, cuando la creé, tuve bien claro que debía tener carácter pero a la vez debía ser bondadosa. Y nada de heroina por sorpresa. Eso también me ha llevado a conflictos internos de cómo debería actuar en según que situaciones. Pero me alegra tanto que te haya gustado cómo es, porque así me da la sensación de que, en parte, he conseguido lo que me proponía.

      No temas decir que Belinya es inmadura e infantil. La creé así especialmente para jugar con su personalidad luego (tengo planes malvados para ella). Y veo que te fijas mucho en las relaciones con los personajes. ¡Me gusta!

      Lo que Gabrielle sea menos realista supongo que se debe a que me siento obligada a esconder cosas de su pasado, pues no las recuerda. Eso conlleva a que tal vez deba forzar su personalidad desde un punto más adelante, y a lo mejor me cuesta un poco. No sé exactamente a qué te refieres, pero cuando vaya revisando la novela, me iré fijando.

      Syna tiene mucho detrás también, y es uno de mis personajes favoritos. No sé por qué pero siempre, en todas las novelas que he ideado, hay una "heroina" que es muy fuerte e importante pero no es la principal. Y en esta historia, obviamente es Syna.

      Me alivia saber que acerté con una personalidad masculina, Koren. La verdad es que es un personaje que se me hace más llevadero, y no sé muy bien por qué. Tal vez porque ya tenía su pasado estructurado desde el principio.

      Ferlian y Syna tienen una de las historias de la novela que más me gusta. Me encantó cuando la creé, y tengo ganas de sacarla a la luz poco a poco, al igual que todo lo que tiene que ver con Syna, Gabrielle y, sobre todo, Melissa. Las tres bastante relacionadas entre sí.
      Tampoco he dicho que Fer y Syna hayan de ser pareja obligatoriamente, pero su pasado está muy unido.

      El personaje de Inya lo creé como el estereotipo de "niña buena frente a las apariencias" y que por atrás tiene un "oscuro secreto". Efectivamente, intento cumplir con la imagen de "dama de la época", como dices.

      ¡Besitos!<3

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